Contamos con una nueva tecnología de láser de picosegundos, la cual es mucho más efectiva: utiliza pulsos mucho más cortos que sirven para descomponer los pigmentos de color en partículas muy pequeñas, unos microfragmentos que los procesos naturales del cuerpo se encargan de eliminar de forma progresiva. No es dolorosa -el paciente sólo nota calor en la zona- y reduce el número de sesiones a un mínimo de 4 y un máximo de 6, con intervalos de unas dos semanas entre cada sesión.